Más Energía en mi equipo + foco y tiempo
Me llama la atención que insistimos en creer que los seres humanos somos robots, y sobre todo en nuestros años de juventud. El colaborador lo cree, su jefe lo cree y su familia también. Y todos dejan de creerlo hasta que la persona se ve vulnerable y cae enferma y deja de dar resultados.
¿Por qué cuidar la energía?
La energía se determina a partir del nivel de equilibrio físico combinado con la motivación clara que tiene la persona. Cuando nos mantenemos en una misma actividad por un tiempo prolongado, podemos tener un burnout, o sea, nos quemamos de tanta energía que le dedicamos a algo.
Necesitamos canalizar la energía, dirigirla a los diferentes puntos de motivación e intereses personales tanto en el ámbito familiar como laboral.
Si no cuidamos nuestro nivel de energía dedicado algo, y no lo hacemos con equilibrio, podemos afectar la concentración y la calidad en lo que hacemos.
¿Por qué cuidar el foco?
El foco se da una vez que reconozco que tengo energía y entonces decido hacia dónde llevarla y dirigirla hasta que se convierta en una acción, y el cúmulo de acciones reflejen un resultado.
El foco del equipo ha de estar dirigido al objetivo en común, y el foco de cada persona a sus tareas personales que ayudarán a llegar a ese objetivo en común. Pero normalmente todas las personas
Sin energía y sin foco, el resultado no se puede lograr, pero falta un tercer factor, el tiempo.
El tercio del poder: energía, foco y tiempo
De nada sirve tener toda la energía del mundo y el foco claro dirigido a algo en específico, si no nos damos el tiempo de ejecutar y accionar. Inclusive el mismo pensar o planear requieren de un tiempo en específico, energía y foco; no solamente lo necesitan las acciones visibles o concretas.
¿Cómo lograrlo?
Antes de emprender cualquier actividad ya sea pensar, planear, ejecutar, platicar con alguien, supervisar, pregúntate hacia dónde vas a querer dirigir tu foco, cuál es tu intención final de hacerlo.
Mientras estés realizando la actividad necesitas estarte auto observando constantemente, pues la mente divaga hacia otras preocupaciones y pierdes el foco y gastas energía mal utilizada, entonces, cuando te caches haciendo esto, haz un alto y regresa al presente.
Organiza tu agenda dedicándole el tiempo que necesitas realmente a cada actividad, incluyendo el tiempo previo de preparación y el posterior de descanso o de cambio de actividad.
Cuida tu energía, permitiéndote tener descansos a lo largo del día de 5 minutos en los que te sientas a respirar y contactar con tu cuerpo. Hazlo por lo menos cada 4 horas (mínimo, si puedes hazlo cada hora).
Evita descuidar tus demás intereses en la vida, pues tu foco se querrá ir para haya a cada rato.
Aprende a reconocer cuando tu cuerpo te está diciendo que tienes altos niveles de estrés o desgaste, como alergias, dolores de cabeza, malestares estomacales, caída del cabello. Cuando lo reconozcas, haz un alto y evalúa cómo estás usando tu energía y hacia dónde quieres ir con cada cosa que haces.